El nuevo biocombustible para el vehículo: ¡el whisky!
Sí, has leído bien. En un futuro, quizás, los coches podrían tomar la energía necesaria para circular de un viejo conocido de la humanidad: el whisky.
La idea nos llega desde Edimburgo, concretamente de un investigador de la universidad de Napier (Escocia). El presidente del Centro de Investigación de Biocombustibles de dicha universidad, Martin Tangney, ha desarrollado un tipo de biocombustible a partir de residuos de una de las bebidas más cinematográficas: el whisky.
Para el desarrollo, el científico ha utilizado un residuo de los granos de la cebada y el líquido que se filtra del whisky tras su primera destilación.
Tangney, que ha bautizado a su propuesta como biobutanol, afirma que este biocombustible puede utilizarse en cualquier coche, sin necesidad de hacer modificaciones. Es decir, da igual que el coche funcione a gasolina o a gasóleo: el biobutanol sería igualmente válido. De hecho, dice que también serviría como combustible para turbina de aviación.
Y no hablamos de algo puramente teórico; según la noticia publicada en el Irish Examiner el combustible a base de whisky se ha probado en Irlanda, en el condado de Cork, en un coche modelo Ford Focus.
